
Introito: La Organización Mundial de la Salud (OMS), institución que tiene a cargo la salud del planeta, tuvo una terrible gestión durante la pandemia. Y la semana pasada se agregó una gota más al vaso ya rebalsado: la hipótesis de que el Sars Cov 2 (virus que provoca la enfermedad Covid 19) realmente se fugó de un laboratorio, como insistían los “conspiranoicos”. La institución trató insistentemente de negarlo, aunque fue finalmente aceptada como la explicación más probable. La OMS no se intimida por las críticas, ahora nos enteramos de que está involucrada en un golpe de estado silencioso que, si tiene éxito, le otorgaría poderes de intervención aún más amplios en los asuntos de los Estados-Nación. Pero vamos a empezar por el principio que es más que interesante:
Primero, la OMS es una agencia de las Naciones Unidas, todos los países (Estados miembro) que son parte de esta última tienen la obligación de acatar las órdenes de dicha institución (de la OMS), porque una vez que un país firma, dado que el Derecho Internacional está por sobre el interno, pasa eso, quedan atados de manos y pies; pierden poder de decisión porque de lo contrario pueden ser sancionados, sino expulsados.
La OMS al nacer tenía el objetivo de promover "el disfrute del más alto nivel posible de salud" en todo el mundo. Entonces, la salud se entendía como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no simplemente “la ausencia de enfermedad”. En otras palabras, se basaba en la comprensión del hecho de que el desarrollo económico y social son determinantes fundamentales de la salud, un concepto que se reafirmaría en la Declaración de Alma-Ata de 1978. Fue creada después de la Segunda Guerra Mundial como reacción a la brutalidad de los regímenes totalitarios y coloniales del siglo XX, que habían implicado casos horrendos de abuso médico. También hizo hincapié en la importancia de democratizar la medicina poniendo a las comunidades a cargo de su salud a través de la promoción de la proximidad y la atención primaria de la salud. Bajo este marco democrático y basado en los derechos, la OMS logró varios logros notables, sobre todo la erradicación de la viruela. Sin embargo, a partir de los años ochenta, las cosas empezaron a cambiar.
Hasta entonces la organización había confiado en las contribuciones de sus Estados miembro para su presupuesto ordinario (dinero estatal). Sin embargo, en 1982, la Asamblea Mundial de la Salud, el órgano de toma de decisiones de la OMS, votó a favor de congelar su presupuesto bajo la presión de la administración Reagan, que vio a la OMS como una organización de tendencia socialista e irresponsable que trabajaba en contra de los intereses estadounidenses. Esto fue seguido por la decisión de 1985 de los Estados Unidos de suspender su contribución, en parte como una protesta contra su "Programa de Medicamentos Esenciales". La OMS alentaba a los países en desarrollo a desarrollar sus propias capacidades para producir medicamentos esenciales en lugar de depender de las compañías farmacéuticas occidentales. No es de extrañar que las principales compañías farmacéuticas con sede en los Estados Unidos se mostraran reacias.
Como resultado, la organización se vio obligada a depender cada vez más de los fondos extrapresupuestarios: no solo de los gobiernos y de las agencias bilaterales y multilaterales (como el Banco Mundial), sino también de donantes privados y corporativos, incluidos gigantes farmacéuticos como GlaxoSmithKline y Novartis. A lo largo de los años, entre los donantes privados extrapresupuestarios, la Fundación Bill y Melinda Gates se elevó por encima del resto: en la década de 2010 se había convertido en el segundo mayor donante de la OMS, representando alrededor del 10 % de todos los fondos. (Esto lo encuentra navegando en google, no es invento). Los donantes pueden en gran medida tomar las decisiones sobre el uso de los fondos que contribuyen, como se quejó Margaret Chan, ex Directora General de la OMS, hace unos años. Esto ha llevado a la pérdida de libertad de acción en la estructura de toma de decisiones de la OMS, como lo fue la Iniciativa de Vacunas para Niños.
"Las prioridades de la OMS han evolucionado en consecuencia, pasando de la atención centrada en la comunidad a un enfoque más vertical y basado en los productos básicos", escribe David Bell, médico de salud pública y ex miembro del personal de la OMS especializado en política epidémica. "Esto inevitablemente sigue los intereses propios de estos financiadores". En lugar del enfoque preventivo y "holístico" de la salud inicialmente defendido por la OMS ha surgido lentamente un nuevo paradigma: un enfoque comercializado de la salud, centrado en soluciones de alta tecnología, en gran medida basadas en vacunas, con un interés particular en las biotecnologías modificadas genéticamente.
Bill Gates desempeñó un papel crucial en este cambio. Como el segundo mayor financiador de la OMS, Gates ejerce una influencia masiva sobre la organización, como admiten incluso los admiradores de la fundación. Y ha utilizado esa influencia para promover respuestas impulsadas por las vacunas a los asuntos de salud mundial a través de la OMS, así como a través de asociaciones público-privadas relacionadas, como GAVI (Vaccine Alliance) y CEPI, también financiadas por Gates. En 2011, Gates habló en la OMS y declaró: "Los 193 estados miembros [deben] hacer de las vacunas un foco central de sus sistemas de salud". Al año siguiente, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó un "Plan Global de Vacunas" del que fue coautor la Fundación Gates, y más de la mitad del presupuesto total de la OMS ahora se destina a las vacunas.
Su obsesión con las vacunas realmente no debería ser una sorpresa. La Fundación Gates está fuertemente conectada con la industria farmacéutica, y desde su creación, ha poseído participaciones en varias compañías farmacéuticas. El sitio web de la fundación incluso declara con franqueza la misión de buscar "oportunidades mutuas" con los fabricantes de vacunas. Esta es la esencia de lo que se ha llamado filantropocapitalismo: "un enfoque capitalista, basado en el mercado y con fines de lucro para resolver los problemas más grandes y apremiantes del mundo". Este tipo de enfoque impulsado por las empresas pone de manifiesto los conflictos de intereses relacionados con la dependencia de la OMS: donantes privados irresponsables, como la Fundación Gates.
Algunos activistas en el Sur Global tienen opiniones especialmente negativas sobre las consecuencias para la salud pública. Una destacada activista de derechos humanos en la India, Vandana Shiva, dijo: "Gates ha secuestrado a la OMS y la ha transformado en un instrumento de poder personal que ejerce con el cínico propósito de aumentar las ganancias farmacéuticas. Él ha destruido por sí solo la infraestructura de la salud pública a nivel mundial". (Su declaración fue borrada de la web). Mientras tanto, Linsey McGoey, profesora de sociología en la Universidad de Essex, explica en su libro No Such Thing as a Free Gift cómo Gates ha utilizado su influencia sobre la OMS para defender los derechos de propiedad intelectual de los fabricantes de medicamentos.
Entonces, como vemos hasta ahora, con las inyecciones ni deseos de esterilizarnos, ni de reducir población. Nada de eso concluye de este artículo, sino más bien intereses viejos conocidos: plata y poder. Aunque también podría suceder que fuera lo otro, mantener a raya la natalidad para evitar hambrunas mundiales, no existe evidencia que lo constate sino conjeturas y elucubraciones. Lo mismo con la hipótesis de Walter Ciantino, por ejemplo, acerca de la combinación del 5G con los "componentes secretos" de las inoculaciones que nos matarán a todos salvo a los que recibieron placebo.
193 países son miembros de Naciones Unidas. 193 países están obligados a obedecer a la OMS. ¿Podríamos deducir que de allí tanto "fervor" por vacunar a todo el mundo? (Incluso a los jóvenes a los que, se está verificando ahora, la inyección no trae ningún beneficio sino miocarditis y pericarditis).
En la segunda parte iremos al plan que tiene la organización ahora mismo, del cual hay documentación y evidencia, a las consecuencias que podría tener en nuestras libertades, y a la tasa de mortalidad recientemente publicada por el Ministerio de Salud, que da cuenta de cuan (poco) efectivas fueron las medidas aconsejadas por la OMS y puestas en práctica por la mayoría de los gobiernos del planeta. (PARTE II)
Artículo original en inglés: https://unherd.com/2023/03/how-the-who-was-captured/
https://www.wsj.com/articles/covid-origin-china-lab-leak-807b7b0a
https://www.who.int/about/governance/constitution
https://www.who.int/teams/social-determinants-of-health/declaration-of-alma-ata
https://publichealth.jhu.edu/2020/the-other-time-a-us-president-withheld-who-funds
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK236423/
https://www.nature.com/articles/522026a
https://thegrayzone.com/2020/07/08/bill-gates-global-health-policy/
https://www.swissinfo.ch/eng/politics/does-bill-gates-have-too-much-influence-in-the-who-/46570526
https://www.wsj.com/articles/SB1021577629748680000
https://econreview.berkeley.edu/the-merits-and-drawbacks-of-philanthrocapitalism/
https://www.versobooks.com/books/2344-no-such-thing-as-a-free-gift
COMENTARIOS
Muy buen artículo.
24/09/2023 13:11
Así es. Pero es una asamblea, votan entre todos, hay expertos, delegados, se decide "democráticamente. El funcionamiento en sí les da impunidad. Sería como querer mandar preso al Congreso de la Nación. La única manera sería el escrache, a uno por uno, con apellido y nombre, dado que se armaron de manera tal que no hay forma de que paguen sus malas praxis y sus mugres.
22/03/2023 10:57
Esta gente debería ir presa
22/03/2023 09:40
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